Más de una vez tenemos la sensación de que "se nos escapa el tiempo”, que “no conseguimos hacer todo lo que queremos; a veces, ni siquiera lo que debemos”; vivimos acelerados, acumulando tareas pendientes, relegando compromisos… hasta perder de vista la razón por la que, un día, nos vimos "atrapados en esa carrera de prisa y desaliento".
"El tiempo no se puede gestionar porque sigue su curso implacable, al margen de lo que esperemos de él o lo que seamos capaces de consagrarle". Sin embargo, sí podemos controlar que hacemos mientras transcurre y cómo lo vivimos.
María Jesús Arruti, joven periodista y profesora universitaria, en La hora del tesoro ¿Cómo ganar tiempo de calidad cada día? (que he leido hace poco y que, francamente, recomiendo) nos pregunta ¿Qué haríamos si nos regalaran una hora más al día? Esa hora en la que realizar todo lo que verdaderamente nos importa, para avanzar los proyectos que nos mueven, la hora que guarda nuestro tesoro. Para alcanzarlo, no sirven los atajos o los trucos rápidos.
Afirma María Jesús que la Hora del Tesoro no se recoge en agendas ni se mide por relojes. Posiblemente, ni siquiera dure 60 minutos, ... Por tanto, no es un tiempo que se pueda perder, ni ganar, ni siquiera aprovechar. "La hora del tesoro solamente puede ser vivida y sólo se vive ahora".
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