La vida avanza sólo hacia adelante. Por eso debemos liberarnos del pasado cuando nos duele y se convierte en un pesado lastre que nos impide avanzar. No queda otra.
Si como dicen los que entiende de estas cosas, nuestra independencia emocional depende de que aprendamos a ser felices por nosotros mismos, en conseguir esta meta debemos empeñarnos con ahinco.
Miriam Subirana nos aconseja que lo fundamental es intentar setirnos bien porque así podremos afrontar las adversidades y vivir los imprevistos con más energía y soltura, siendo más creativos y sin bloqueos internos.
La disciplina emocional nos ayuda a mantenernos bien. Porque no nos engañemos: estar bien no depende de que nuestro alrededor esté en armonía sino de que nosotros estemos en armonía. Si estamos centrados seremos como un faro estable ante las olas, los vientos y las tormentas. Enraizados en nuestros valores, aceptando lo que es como es (sin resignación ni frustración) seremos capaces de saborear el instante sin reacciones desmesuradas.
