domingo, 22 de enero de 2012

Facebook y la filosofía. Acuden a Platón o Aristóteles para pensar el universo de amistades en la red.

Según D. E. Wittkower, profesor de Filosofía y Estudios interdisciplinarios en la Coastal Carolina University “cualquier cosa con el nivel de participación global de Facebook merece algo de atención. El profesor Wittkower que antes había editado el libro El Ipod y la filosofía, ha conseguido reunir la opinión de sus colegas, potentes filósofos de universidades del mundo entero, en el libro Facebook y la Filosofía (Open Court, 2010). 

D. E. Wittkower opina que “Facebook es gente, gente que conoces muy bien, y gente que no conoces de nada, ..., gente que acabas de conocer, gente con quien trabajas o gente a quien solo has conocido en Internet. Por eso algunos odian Facebook y otros lo aman. Facebook va de compartir.

El virus de la privacidad. James Grimmelmann, profesor asociado de la Escuela de Leyes de Nueva York se manifiesta acerca de si Facebook es un sitio público o privado. “Digamos que tu ordenador es un espacio privado pero Facebook no lo es”. En su opinión, los muy conocidos casos de despidos y divorcios provocados gracias a indiscreciones de la red social vienen de la incapacidad de controlar nuestra interacción con semejante multitud. “Una de las reglas cardinales de la vida social que ponemos en práctica casi sin pensar es la de Conoce a tu público. “No olvides, dice Grimmelmann, que la mayor razón por la que estamos en Facebook es porque nuestros amigos también están allí, y una cara sonriente en la foto de perfil ayuda a convencerles de que hablan con alguien cercano, y no con otras 350 personas”.

La vida es un juego. Otros grandes críticos de la red social señalan que alimenta el narcisismo y la creación de personajes e identidades paralelas. Pero un grupo de filósofos, representados en este libro por Anthony Beavers y Tamara Wandel, profesores de Filosofía y Comunicación respectivamente, de la Universidad de Evansville, aplauden esta prestación de Facebook. “La posibilidad de exagerar, gritar y jugar a quien realmente no somos ayuda a mantener el espíritu de juego que nunca debimos haber perdido. Si aceptamos que nunca dejamos de aprender, por qué negarnos a experimentar otros roles y nuevos personajes. Relajémonos y recordemos la muy conocida frase de Platón: ‘La vida debe ser vivida como un juego’”.

Friending/Unfriending. Cada vez que una palabra es aceptada en el diccionario, el sitio donde se originó parece adquirir valor y autenticidad. Muchos académicos empezaron a tomarse Facebook en serio cuando el Diccionario de la Lengua Inglesa aceptó el vocablo friending para definir la acción de hacer amigos en el cortijo de Mark Zuckerberg. A la vez, la decisión de no emplear la palabra amistad (friendship) para definir lo que pasa en Facebook marcó una diferencia entre los amigos y los enemigos que hacemos dentro y fuera de la red social. “Algo diferente pasa en Facebook, de otra manera no habría sido necesario aceptar un nuevo término”, afirma Craig Condella, profesor de Filosofía de la Universidad de Salve Regina en Newport. Para él la diferencia consiste en que los amigos que hacemos en la red social son fruto casi siempre de “un proceso instantáneo que presupone la existencia de una relación anterior” sea de la naturaleza que sea. “Friending” es una de las primera claves establecidas para separar lo que pasa en el mundo virtual de los sucesos del mundo real”. En Español, diríamos “somos amigos en Facebook”, y todo el mundo entendería de qué estamos hablando, y de qué no.

“Facebook permite hablar, compartir fotos y reírse con amigos con quienes, probablemente, habría pocas posibilidades de relacionarse. Pasar cada día una o dos horas en Facebook es para mí un tiempo bien aprovechado”, asegura Craig Condella. Sin embargo, él mismo se pregunta por qué mientras más veteranos y experimentados son los usuarios de Facebook, mayor es su sensación, y así lo reconocen, de estar perdiendo grandes cantidades de tiempo en la red social. Condella encuentra la respuesta en Aristóteles. “Facebook ignora sus enseñanzas sobre los diferentes tipos de amigos. De forma natural, mucha gente va saliendo de nuestra vida y el círculo se va estrechando, de manera que podemos dedicarnos en cuerpo y alma a un reducido grupo de amigos”. “La principal alteración que ha causado Facebook al universo de la amistad es que permite reconectar artificialmente con gente que ya estaba fuera de tu vida, con la que no habías hablado en los últimos diez años y con la que, probablemente, ya no tengas mucho que decirte. Podrías ignorar su petición de amistad pero, ¿quién quiere herir los sentimientos de un antiguo compañero de colegio? Parece mucho más sensato tener unos breves intercambios de cortesía, y luego, bloquearle el acceso a tu muro. Ojos que no ven, corazón que no siente”. La teoría de Condella es que entre la gente que vamos encontrando en la vida y los ex amigos con los que Facebook nos obliga a reconectar estamos saturados y, aunque les dediquemos mucho tiempo, nos dispersamos y no conseguimos cultivar amigos verdaderos.


Por su parte, D.E. Wittkower, cerebro y corazón de este tratado filosófico, también se pregunta si Facebook es una colosal pérdida de tiempo. “¿Es la gente una pérdida de tiempo?, ¿Lo es la amistad? Para ser justos, a veces sí y a veces no. Alguna gente no vale la pena y otra es importante y valiosa, pero nadie puede saberlo antes de arriesgar e invertir un poco de su tiempo en esa relación. Lo mismo pasa con Facebook. A veces se pierde el tiempo y otras no, pero para saberlo y decidir salir, hay que haber estado dentro”.
http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2012/01/18/actualidad/1326911576_655141.html