Soy una gran admiradora de José Antonio Marina, por lo que intento seguir tanto sus libros como los artículos que escribe en prensa, de los que siempre se pueden sacar enseñanzas provechosas. Se trata de un gran profesional, con intereses muy variados y con una gran capacidad para transmitir sus amplios conocimientos. El mismo confiesa que más que filósofo o científico se considera un detective a sueldo, pero un detective cultural, entendiendo por cultura todo lo que se le ocurre a la inteligencia para humanizar la realidad.
Me parece muy interesante su propuesta, junto a María de la Válgoma, de una “ley del progreso ético de la humanidad”, por la que todas las sociedades que consigan liberarse de los cinco obstáculos (miseria extrema, miedo, ignorancia, dogmatismo y odio al vecino) evolucionarían convergentemente hacia un modelo ideal compartido: reconocimiento de derechos individuales, no discriminación injustificada, participación en el poder político, mercado libre, seguridades jurídicas y políticas y ayuda social. Puede sonar un tanto utópico pero merecería la pena.
Hoy que tan acostumbrados estamos a que cualquier tertuliano se atreva a pontificar sobre lo divino y lo humano, me gusta cuando opina que lo más importante es no decir nada que no esté suficientemente comprobado.
Durante muchos años ha estudiado a las personas, sus comportamientos y los sentimientos y le ha interesado sobre todo la vida privada de la inteligencia, aunque actualmente dice que le interesa cada vez más la inteligencia pública, el modo como vamos construyendo nuestra personalidad dentro de una red muy tupida de influencias. Se pregunta ¿cómo se originan los fenómenos sociales, las modas, por ejemplo? ¿cómo podíamos hacer un mundo más habitable? ¿por qué nos resulta tan difícil convivir?...
Durante muchos años ha estudiado a las personas, sus comportamientos y los sentimientos y le ha interesado sobre todo la vida privada de la inteligencia, aunque actualmente dice que le interesa cada vez más la inteligencia pública, el modo como vamos construyendo nuestra personalidad dentro de una red muy tupida de influencias. Se pregunta ¿cómo se originan los fenómenos sociales, las modas, por ejemplo? ¿cómo podíamos hacer un mundo más habitable? ¿por qué nos resulta tan difícil convivir?...
Por si quereis conocer más, este es el enlace a su blog:
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